lunes, 6 de agosto de 2007

Honda civic, bien pensado, mal acabado

Bueno, después de sufrir y mucho con el Civic 2.2 I-CDTI he decidió cancelar el Renting. El precio residual del coche es de 16600 por si hay algún loco que le interese. ¿Por qué cancelar el renting tan pronto?
Pues hay varios motivos. Así que hare un pequeño reportaje del Civic Gasoil. Lo primero que tengo que anunciar es que nunca me gustaron los diesel, pero debido a su consumo y mi alto número de kilómetros me decidí por uno.
Empezaremos por lo mejor del coche. Su potente e impresionante motor. El Honda Civic monta un motor gasoil de 4 cilindros en línea, con 2204 CC. Este motor desarrolla 140Cv a 4000 Rpm. Con un impresionante par de 340 a 2000 Rpm. Estos datos se traducen en una aceleración impresionante para un motor diesel, y una respuesta fantástica. Con el vehículo parado hasta que alcancemos la cifra de 100Km/h pasaran tan solo 8,7 Seg. Tanto el bloque de motor como la culata están construidos en aluminio. Lo cual aligera mucho el peso de este. Según las cifras oficiales este vehículo realiza todo esto con un consumo de medio de 5,3. Y aquí empiezan sus defectos.
El consumo, según el ordenador del propio coche, baja hasta 5,8 en carretera. A 110, 120 Km/h. Siendo muy, muy cuidadoso a la hora de acelerar. Pero cuando nos olvidamos del consumo y conducimos de forma normal (siempre por debajo de 3000 Rpm) el consumo se dispara a 7,2 litros. Este llega hasta 8,5 cuando lo pasamos de las 3000 Rpm. El sonido del motor es fino, aproximándose al “cantar” de un gasolina. Pero a partir de los 5000 Km el coche empezó a presentar signos de fatiga. Los plásticos del interior empezaron a chirriar, provocando esos desagradables grillos, típicos en coches de hace 10 años. En el caso de mi unidad las ventanillas chirrían desde el primer día, las 4 ventanillas. Llegando a los 15000 km, el motor dejo de ser tan fino. Pasando de la cercanía al sonido de un gasolina, al sonido de un tractor. Las vibraciones tampoco son propias de un vehículo nuevo.
En cuanto a la parte dinámica del vehículo es bastante estable. Cambia de apoyo con mucha agilidad, y el agarre es muy bueno. Claro que el tener unas ruedas desproporcionadas ayuda a que en seco este pegado al asfalto. Hace falta ir realmente rápido en una curva para oír sufrir a los neumaticos. Por desgracia no he tenido oportunidad de probarlo sobre hielo o nieve. Pero os puedo asegurar que con estas ruedas el resultado será desastroso. Este utilitario monta unas ruedas de 225 de ancho. Que no se por cuanto salen, pero os puedo asegurar que muy caras. Así pues el hacer disfrutar a este motor nos saldrá muy caro. Ya no solo por el consumo, sino porque el quitar algo de vida a las ruedas se hace inviable para una economía domestica ajustada. Además, este coche no es precisamente barato. Estamos hablando de casi 24000€ en su versión de acabado media, la versión Sport.
Como decía al principio de este post, no soy muy amigo de los diesel. Básicamente no soy amigo de los turbos. Aunque el rendimiento del motor mejora significativamente. La conducción se hace incomoda. En el caso del 2.2 I-CDTI la “patada” del turbo es muy fuerte. Teniendo la aceleración del coche en dos tiempos. Pero además el turbo de este coche es lento. En una conducción deportiva has de acelerar al máximo al entrar en la curva, para que en la salida de esta empiece a funcionar el turbo. Para colmo, y desconozco si es algo normal en los motores turboalimentados, el turbo muere cuando pisas el freno. Con lo cual impide que se puedan mantener las revoluciones en una frenada. Esta técnica se que no es conocida por muchos. Así que la explicare:
Cuando frenas antes de una curva las revoluciones del motor caen. Perdiendo mucho tiempo a la salida de esta. Para evitar esto hay varias técnicas. La más usada es “picar embrague”. Es decir, acelerar con el coche desembragado (pisando el embrague). Esta técnica tiene tres problemas fundamentales, una es que el coche queda “muerto” mientras haces esto. No hay fuerza. La segunda es el daño al embrague, al hacerlo patinar. Y la tercera es el peligro de que derrapen las ruedas al terminar de picar el embrague. En un coche de tracción es doblemente problemático. Ya que junto a la tracción perdemos la dirección. La otra técnica, que requiere más concentración y más conocimiento del coche, consiste en frenar con el pie izquierdo. Mientras seguimos acerando con el derecho. Esto nos permite no bajar nunca de vueltas. Aunque castigaremos mucho los frenos, el coche saldrá a la perfección cuando soltemos el pie izquierdo del freno. Eso siempre y cuando el turbo no se corte claro. Si corta el turbo tendremos que esperar a que vuelva a actuar. Y volveremos a recibir esa “patada” cuando entre en acción.
Pero además de los fallos de rendimiento deportivo, los fallos de las ventanillas, los problemas de consumo, y los grillos en el interior… tenemos otros problemas. Por ejemplo, los antiniebla. Algún ingeniero con pocas luces, puso los antiniebla a ras del suelo y de cristal. El resto de los faros son de plástico. Pero el antiniebla de cristal. Evidentemente el antiniebla es el faro que más impactos recibe. Y es fácil ver algún Civic sin un antiniebla.
Para continuar, el morro del coche es muy bajo, lo cual hace que toque de cuando en cuando. No sería mayor problema de no ser porque estos “toquecitos” están separando los faros delanteros. Continuamos con el maletero, al cual se le están desprendiendo los plásticos interiores. Es cierto que un día lo llene de cosas. Tal vez este maletero no esté diseñado con ese fin.
Así pues, tenemos un coche con un buen motor. Un consumo no muy ajustado. Y muchísimos detalles pensados con mucho ingenio. Como el sistema de asientos abatibles en ambos sentidos. Pero con un acabado pésimo. Propio de marcas más baratas. Honda, quien tiene todo mi respeto como marca, se ha equivocado con este coche. Hicieron mal el anterior civic. El cual duro muy poco. Y lo han vuelto a hacer mal con este.
Os recomiendo ver el reportaje de Km77. En el cual podréis ver todas las virtudes de este coche.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que lo que realmente te ha pasado es que te has comprado un turbodiesel pensando en un gasolina atmosférico. Eso es algo casi tan malo como comprarse un gasolina pensando en un diesel. Cada uno para la suyo.

Tengo el mismo coche que tú, un 2.2 icdti 140 cv executive y estoy encantado con el motor y todo lo demás, antes tuve un hdi 110 y antes un golf II gti. Cada uno tenía sus virtudes.

No puedo negar que hace algún tiempo, como echaba de menos la gasolina, me compré una bandit 650 S para compensar, con el buen viejo motor SACS. Te recomiendo algo parecido antes de machacar algún otro turbo (parece que a los 15.000 ya le habías dado suficient caña). Yo cometí un error parecido con mi anterior hdi110 y me tocó cambiarlo.

El CIVIC me parece un coche increíble y probé todos los diesel de su categoría antes de decidirme.

El acabado me parece bastante bueno aunque aún no tiene los suficiente km para ponerle las pegas que le pones tú. Pero de momento nada chirría y que HONDA me dé 5 años de garantía sin lím. de km me parece algo digno de mencionar.

La estabilidad del coche es sensacional y la relación de la amortiguación confort-dureza está bastante bien.
Los extras casi que demasiados.

El coche rezuma originalidad y exclusividad por lo 4 costados.

Cuando tenga 100.000 a 150.000 km estaré en disposición de hacerle todas las pegas.

Anónimo dijo...

Yo tmb. creo que te has pasado un poco en tu juicio. Yo tengo el mismo Honda (2.2icdti Sport) y si bien y estoy muy contento con él. El motor es impresionante, los consumos muy ajustados. Si bien es cierto que no son tan bajos como aparecen en la ficha técnica, en ciudad está sobre los 6.8, 6.0 en mixto y 5.9 en autovia con una conducción normal pero con brio. En lo que a calidad es cierto que tengo una ventana que chirria, pero por lo demás el coche sigue como el primer dia,.. y lleva 100,000Km. Las ruedas efectivamente muy caras (1000€ las 4 con mano de obra en concesionario) pero merece la pena y se notan a altas velocidades en las curvas.